En mil años se puede decir que apenas se ha cambiado una coma. Nuestro Dios preservó su palabra divina por este medio.
Una profecía cumplida.
Salmo 85:11 “La verdad brotará de la tierra.”
Isaías 29:4”; Entonces serás humillada, hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo.”
Jeremías 32:14 “Así dice YAHWEH de los ejércitos… toma estas escrituras…y las pones en una vasija de arcilla para que duren por mucho tiempo.”
Los códices y los textos. A través de la historia, muchos fragmentos de la Biblia aparecieron en diversos textos y códices, algunos son fieles al contenido general de Las Escrituras Sagradas y otros no lo son, o lo son menos, o sean contienen contradicciones y adulteraciones.
Estos textos se agrupan por familias y se les da nombre según la ciudad o localidad en donde se escribieron. Así, tenemos entonces:
Este último texto es el más confiable, ya que los códices sinaítico y vaticano y el bizantino, están mezclados con escrituras orientales, y son corruptos. Además se suprimieron o se agregaron partes de acuerdo a las creencias de la iglesia católica incipiente. Código Sinaítico
Los eruditos y estudiosos de la Reforma protestante, usaron el Texto Recepticus para escribir y traducir las Sagradas Escrituras,(Erasmo de Rotterdam, luego Lutero usó a éste, y así sucesivamente) Erasmo de Rotterdam
La Biblia de los Setenta (LXX), también conocida como Septuaginta , o Alejandrina , es una traducción de la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento, o Tanaj ) al griego. Es la principal versión en idioma griego por su antigüedad y autoridad. Su redacción se inició en el siglo III adC (c. 250 adC) y se concluyó a finales del siglo II adC (c. 150 adC).
El texto hebreo que sirvió de base estaba sin puntuación ni vocales (que se agregó más tarde creando el llamado texto masorético). Esta traducción fue adoptada por las comunidades judías de la Diáspora, (dispersión de los judíos por todo el mundo) para facilitar el acceso al texto revelado a quienes no conocían la lengua hebrea.
Cuando Jesucristo leía en las Escrituras, es muy probable que lo hiciera en una Septuaginta. El nombre de Setenta se debe a que la tradición judía, redondearon el número de 72 traductores a 70.
Fue hecha para los judíos que hablaban griego, pues en esa época eran bastante numerosos en Alejandría, aunque la orden provino del rey Ptolomeo II Philadelfo (284-246 adC) con destino a la biblioteca de Alejandría.
Por: Miguel Ramirez